El docente virtual, al igual que el presencial, hace una mejor labor cuando encuentra la manera de que los conocimientos transmitidos partan de los intereses de los estudiantes. Esto se viene diciendo desde hace mucho tiempo, el problema radica en cómo hacerlo, pues en cuestiones curriculares existen temáticas estandarizadas que pocos maestros se atreven a transgredir, porque hacerlo requeriría de un mayor trabajo o por temor a que algunos directivos no estén contentos con la idea.
Lo ideal sería empezar a construir el currículo con base en un diagnóstico inicial que nos revele claramente los conocimientos previos que poseen los estudiantes, así como sus fortalezas y debilidades. Lamentablemente, casi siempre se hacen las cosas al revés y por creernos ordenados planeamos nuestras asignaturas desde antes de tener el primer contacto con el grupo.
Ya en el trabajo en clase es clave que el docente virtual sepa dosificar los contenidos que transmite a sus estudiantes pues todos sabemos que la autopista mundial de la información está llena de ellos, por lo cual, más que transmitirlos, lo que debemos hacer es buscar la manera de que nuestros estudiantes adquieran la Competencia para el Manejo de la Información (CMI), procurando que sean capaces de condensar y automatizar todos los contenidos pertinentes al área de estudio.
Otro aspecto importante en la educación virtual y presencial, es el grado de motivación que deben tener nuestros estudiantes, para ello es clave la diversificación de las tareas y la conexión de los aprendizajes, estrategia que evita la monotonía y nos lleva a aprender cada vez con el mismo entusiasmo.
En resumen, un maestro virtual es eficiente en la medida en que plantee actividades que no estén encaminadas a la memorización, sino que, por el contrario, promuevan la reflexión individual y grupal, para darle el protagonismo a sus estudiantes, quienes se sentirán orgullosos de ser gestores de su propio conocimiento.
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2 comentarios:
Interesante el artículo, sobretodo cuando hace referencia el tener en cuenta los conocimientos previos de los estudiantes, estrategia bàsica para generar un aprendizaje màs acertivo. Como docente que soy, siempre he creido en que hay que partir de lo que los muchachos conocen y estoy convencida de su amplio conocimiento, pero la gran dificultad que se da a la hora de indagar acerca de esos saberes, es encontar los espacios apropiados que permita a los docentes presenciales evidenciarlos, pues para ello es necesario contar con un elemento clave, la escucha, habilidad bastante ausente de nuestras aulas durante los últimos tiempos. Un trabajo para recuperar la escucha debe ser el primer paso antes de entrar a abordar lo que los muchachos conocen, trabajo que tienen bastante ganado los maestros virtuales, !que envidia!.
Carlos, estoy muy de acuerdo con Marleny, el diagnóstico del estado de los estudiantes es fundamental para planear un curso virtual.
Definitivamente el docente virtual tiene que hacer a un lado als viajas prácticas y estar dispuesto a innovar permanentemente.
Eliana
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